Platicando hoy en la mañana con algunos compañeros mientras tomábamos café acompañado con una empanadita de piña surgió el tema de cómo mantener una relación duradera, estrecha y sana con la pareja. Hubo muchas opiniones, sugerencias y puntos de vista, todas válidas y ciertas, pero al final todos concordamos en una, que quizá no sea la única, pero probablemente sí la más importante: Haz sentir a tu pareja que es única y especial. Hazle sentir que no hay nadie más en este mundo o mínimo que está en primer sitio en la fila. Si te pasa algo en tu día cuéntaselo antes que a nadie, si se antoja algo de comer díselo, si estás triste compárteselo, comparte tus planes, tus pensamientos, tus miedos, tus alegrías. Si tu pareja sabe que hay alguien especial para ti, alguien aparte de él/ella que comparte lo que se supone debería ser solo entre los dos ya sea aspectos familiares o personales, pues la relación va por mal camino… De esta plática surgió un ejercicio interesante: Deja tu mente en blanco, sin pensar en nada, ahora piensa que el día de hoy te ocurre un acontecimiento inusual. Imagina que hoy se cumplió uno de tus anhelos más queridos, o que se hizo realidad un temor fuertemente enraizado, o te embarga una gran alegría por alguna razón o quizá te llevaste un gran susto… ¿listo? Trata de imaginarlo lo más vívidamente posible, como si en realidad estuviera ocurriendo… Ahora, visualiza a quien se lo contarías antes que a nadie, a quien acudirías para compartirlo, para buscar ayuda o apoyo… Bien ¿ya? ¡Felicidades! Acabas de descubrir (o tal vez ya lo sabías) quien es la persona más importante para ti 🙂
